FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Porque existe una mirada profunda, más allá de todo lo que se puede apreciar con los ojos físicos, que puede si nos concentramos, ofrecer las respuestas para aquellas preguntas, inquietudes que nos rodea.  La Asociación Civil Puerta del Sol, apoya a la necesidad presente, en algunas personas, de girar la mirada hacia el aparente vacío Interior, para en profundidad reencontrarse con el verdadero Maestro, su propio Ser.

No existe pregunta sin respuesta cuando alcanzamos ubicarnos en el punto medio, entre la Razón y la Intuición.


Encontrar el Tao por Marifoff Lou

Todas las cosas grandes del mundo comienzan siendo pequeñas… Un viaje de mil kilómetros comienza cuando das el primer paso.   (Tao Te Ching, poema 22 ).    El Tao parece perdurar siempre. El uso jamás puede agotarlo.   (Tao Te Ching, poema 6) . 

BUSCADOR: ¿Cómo puedo ser feliz, tener éxito y vivir con plenitud? ¿Existe una senda que conduzca a esas metas? 

GUÍA: Existen muchas sendas como la que buscas. Igual que los radios de una rueda, todas convergen en el mismo centro, que es el lugar que buscas. 

BUSCADOR: Siendo así, ¿Qué senda debería tomar? 

GUÍA: La que sigues ahora está bien. Te ha conducido hasta aquí y te conducirá el resto del camino, siempre y cuando no te apartes demasiado de ella durante tu viaje. 

BUSCADOR: Ya me he apartado en varias ocasiones, y en más de una he estado a punto de perder el camino. A veces, esta senda es difícil de seguir. 

GUÍA: Así es, en efecto, pues en ciertas regiones deviene la senda de la no senda. Por eso cada tanto hay guías apostados para ayudarte a encontrar tu camino. 

BUSCADOR: Qué alivio. Así pues, ¿adónde me dirijo desde aquí? 

GUÍA: Esta ruta tiene tres ramales. Hacia el oeste se encuentra la senda de Pitágoras. Hacia el norte, la senda de Buda. Hacia el este, la senda de Lao Tzu. 

BUSCADOR: ¿Cuál me recomiendas? 

GUÍA: Todas conducen al mismo centro: la serenidad. Cada una serpentea a través de un paisaje maravilloso y, por supuesto, además de tramos encantadores, todas presentan trechos que constituyen desafíos. La senda pitagórica es el camino a la serenidad a través del misticismo racional y el genio creativo. Conduce a Platón, Bach y Einstein. Si amas la filosofía, la matemática y la música, debes seguir a Pitágoras. La senda budista es la noble senda óctuple que conduce a la serenidad a través de la conciencia vacía de anhelos. Su linaje se remonta a muchos grandes sabios, entre los que se cuentan Nagarjuna, Bodhidharma y Padmasambhava. Si amas la conciencia y buscas que todos los seres sensibles dejen de sufrir, debes seguir a Buda. La senda de Lao Tzu es el Tao: el Camino de todos los caminos y ninguno, que conduce a la serenidad a través del poder del propio Tao. En esta senda también hay muchos sabios, como Chuang Tzu, Zhang Ling y Ch’ang-ch’un. Si amas la poesía y la armonía, el humor y la vitalidad, y te atrae la senda menos trillada, debes seguir a Lao Tzu. 

BUSCADOR: ¿Qué es exactamente el Tao? 

GUÍA: No puede definirse. 

BUSCADOR: ¿Eso lo convierte en algo imaginario? 

GUÍA: No, pues reside más allá de la imaginación. 

BUSCADOR: ¿Qué cabe de decir de él, entonces? 

GUÍA: Es una llave maestra. Abre muchas puertas. 

BUSCADOR: ¿Qué clase de puertas? 

GUÍA: Todas las que son buenas. La puerta a la felicidad. La puerta a la comprensión. La puerta al éxito. La puerta al amor. La puerta a la comunión. La puerta a la plenitud. La puerta a la serenidad. La puerta a hacer de este mundo un lugar mejor en vez de un lugar peor. 

BUSCADOR: ¿Quién tiene esa llave maestra? 

GUÍA: Todo el mundo la tiene, pero casi nadie es consciente de ello. 

BUSCADOR: ¿Puedes hacerme más consciente? 

GUÍA: Puedo intentarlo. Quizá sea capaz de ayudarte a ver el Camino, o a oírlo, o a sentirlo, pero no tengo modo de verlo ni oírlo ni sentirlo por ti. Para ser más consciente, debes abrir tu ojo interior, tu oído interior, todos tus sentidos interiores. Tal vez pueda ayudarte a abrirlos, pero no los puedo abrir por ti. 

BUSCADOR: Pero tú eres escritor. ¿No puedes escribir un librito que me diga cómo hacerlo? 

GUÍA: Eso es mucho pedir, para un librito. De todos modos, aquí se está bastante tranquilo y dispongo de algo de tiempo. En torno a 500 a.C., Lao Tzu escribió el librito original, titulado Tao Te Ching, que significa el Camino y su Poder. Quizá necesites un librito mío que explique cómo utilizar el librito de Lao Tzu. 

BUSCADOR: Me gustaría. Por el momento «el Camino» parece fascinante. Ahora bien, ¿no nos corrompe el poder? 

GUÍA: Todo poder corrompe, salvo el poder del Tao. No puede usarse para el mal. Tal como la gravedad atrae todas las cosas hacia su centro, el Tao atrae a todas las personas hacia el centro de su ser, donde hallan lo mejor de sí mismas. Ahí es donde reside la serenidad. 

BUSCADOR: ¿Qué sucede con quienes ya están corrompidos? ¿Pueden servirse del poder del Tao? 

GUÍA: Sólo para hacer el bien. Si tratan de usarlo para el mal, los abandonará. 

BUSCADOR: Te ruego que disculpes mi escepticismo, pero todo esto parece demasiado bonito para ser cierto. 

GUÍA: Es posible. Ahora bien, ¿y si resulta demasiado bonito para ser falso? 

BUSCADOR: Qué divertido. Has dicho que los taoístas aman el humor. 

GUÍA: En efecto. De hecho, todo el mundo lo ama, pero hay personas que necesitan el poder del Tao para abrir esa puerta. 

BUSCADOR: ¿Puedo comenzar por la puerta a la felicidad? 

GUÍA: Puedes comenzar por donde quieras. 

BUSCADOR: De acuerdo; sólo una pregunta más: ¿por qué debería creerte? 

GUÍA: No deberías creerme. ¡Celebro que seas escéptico! Pero dado que tienes tantas preguntas que hacer, quizá quieras tomar esto en consideración: una vez, yo me encontraba donde tú estás ahora. En aquellos días era un joven necio y testarudo, ni mucho menos tan brillante y curioso como tú. Aun así, una serie de guías, comenzando por tres mujeres encantadoras, me ayudaron a seguir el Camino. Ahora me toca a mí, en este hito del viaje, ayudar a los demás. ¿Estás preparado para elegir tu senda? Si no es así, descansa un rato, o medita, y regresa más tarde. Siempre hay alguien de guardia. 

BUSCADOR: Ya estoy preparado. Quisiera elegir la senda de Lao Tzu. 

GUÍA: De acuerdo, pues manos a la obra. Tal como enseñaba Lao Tzu, hasta el viaje más largo comienza bajo tus pies. Un paso puede parecer poca cosa, pero muchos pasitos equivalen a una gran distancia. Todas las cosas grandes son la suma de muchas cosas pequeñas. Ésta es la primera lección del Tao: si quieres alcanzar la felicidad suprema, presta atención a los deleites más pequeños. Los poemas de Lao Tzu también son así. Se parecen a las tapas españolas o al dim sum chino, que consisten en muchos bocados pequeños pero extraordinariamente sabrosos. En realidad, las ideas de Lao Tzu son como tapas para el alma. 

LA EDAD AXIAL 

Karl Jaspers, el polifacético filósofo, psiquiatra y teólogo alemán, llamó a esta época la Edad Axial. ¿Por qué? Porque en efecto fue un eje gigantesco en torno al cual giraba la futura promesa de la humanidad. Todo lo que precisamos saber sobre la felicidad y la plenitud, la paz y la prosperidad, el amor y la familia, la creatividad y el arte, el buen gobierno y la civilización sostenible puede aprenderse en la Edad Axial. 

Hete que una vez, en el siglo VI a.C., cuando las brumas de la antigüedad todavía envolvían buena parte de la historia humana, nacieron tres grandes sabios en el seno de tres civilizaciones distintas. En el mundo helénico apareció Pitágoras; en india, Siddharta Gautama; en China, Lao Tzu. Cada uno de ellos hizo un regalo inestimable a la humanidad: incalculables tesoros que transformarían a individuos aún por nacer y sustentarían civilizaciones aún por venir. De la mente de Pitágoras surgió el misticismo racional. De la mente de Siddharta Gautama, un príncipe hindú que se convertiría en el primer Buda, surgió el budísmo. De la mente de Lao Tzu surgió el Tao Te Ching. Estos tres sabios fueron contemporáneos pero nunca se encontraron, excepto tal vez en sueños. Juntos consiguieron dar el mayor paso adelante que la humanidad haya dado jamás, una evolución ni del ADN ni tecnológica ni política. Este triunvirato de sabios engendró una evolución de la conciencia, que es nuestro bien más preciado, si bien (irónicamente) con frecuencia lo damos por sentado y no logramos desarrollarlo plenamente. 


GRAN INICIADO: MOISÉS por B. Mendoza

La Iniciación busca la transmisión al Iniciado del Conocimiento Trascendente desde su fuente o Fiat Lux, para el despertar de la conciencia mediante el Trabajo Interior, esta influencia espiritual fluye a través de los Iniciados en el camino del Arte Real, cuyo origen se remonta al principio de los tiempos. El Gran Iniciado Moisés, llamado en la tradición judía Moshe Rabbenu, es el más importante para el judaísmo, liberador del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto y encargado por Dios la Ley escrita y, según los rabinos, la Ley oral, codificada más tarde en la Mishná. Representa en la cadena iniciática a un Gran Maestro Espiritual, pues es reconocido por su legado de Fe, Humildad, Intuición, Moralidad, Voluntad, Autoridad, Jerarquía y organizador del monoteísmo hebreo, palabra del griego monos que significa “solo”, y theos que significa “Dios”, es decir, la creencia en un solo Ente Supremo, Principio hasta allí oculto bajo el Triple Velo de los Misterios, que salió del fondo del Templo para entrar en el circulus de la historia, haciéndolo el más alto Principio de la Iniciación. Hijo de Amirán y Jocabed, miembros de la tribu hebrea de Leví, Tribu Sacerdotal de Israel que habitaba en el valle de Gosen como esclava del faraón egipcio, quien para ese momento, había ordenado una matanza de niños como medida de control a la población hebrea esclava, razón por la cual sus padres ocultaron su nacimiento hasta que alcanzó los 3 meses de edad, cuando su madre temiendo por su vida, le lanzó al Nilo en una cesta para salvarle, cercana a la presencia de la princesa real hija del faraón, quien le rescató y acogió como su madre, ofrendándolo a Isis y a Osiris y nombrándole Hosarsiph. En el Trabajo Iniciático el pasaje de las aguas simboliza la purificación y significa la realización de las potencialidades del Ser. 

Cuenta la Tradición Oral, que mientras jugaba a los 3 años de edad, tiró una corona adornada con la imagen del dios Ammón, y como castigo el faraón le sometió a una prueba de fuego consistente en elegir entre un anillo con una piedra y un carbón ardiente, escogiendo esta última, lo llevó a su boca, quemando sus labios y lengua, dificultando su habla, por tal motivo, el pueblo hebreo, a sabiendas de la incapacidad de Moisés para la oratoria, comprendió que su líder solo podía dirigirse a ellos por una influencia Divina, este simbolismo evoca la forma como trasmitir la palabra, pues, simbólicamente no saber leer ni escribir, es solo se deletrear…

Su vida se divide en Tres períodos de 40 años. El primero, formando parte en la corte del faraón, donde fue instruido en toda la Sabiduría de los egipcios e Iniciado en los Misterios de Osiris e Isis, nombrado Escriba Sagrado y Sacerdote del Templo de Osiris, tarea que comprendía el Simbolismo bajo todas sus formas, la Cosmografía y la Astronomía, dedicándose con celo y respeto a sus deberes de Hierográmata, destacado en el dominio de los 3 lenguajes del Iniciado: el hablado, el significativo y el oculto.

Vinculado a la función de Inspector de los nomos de Egipto, se acerca a su familia de origen, los Beni-Israel, encargados de las labores más pesadas, tallistas y constructores, rebelándose al yugo de la esclavitud y especialmente fieles a la Tradición Abrámica, adoraban secretamente al Dios Único. Avivado por la empatía hacia estos nomos, el sacerdote de Osiris quitó la vida a un guardia egipcio que apaleaba a un hebreo indefenso, consciente de su delito, se impuso él mismo su destierro, pues había perdido el beneficio de la resurrección anticipada, debiendo expiar su crimen sometiéndose a la prueba de la muerte, viajando al Erebo y obtener el perdón de su víctima para volver a conseguir su “luz interna”.

Inicia el segundo período de su vida en Madián, península del Sinaí, a su llegada protege a 7 pastoras de las malas intenciones de otros pastores, resultando ser hijas del líder espiritual de la región, Jetro, Sacerdote de un templo consagrado a Osiris, pero donde también se adoraba a Dios bajo el nombre de Aelohim, en compensación le da cobijo y le ayuda a superar diversas pruebas, pues aún bajo la impresión del homicidio y la perturbación en su consciencia, comprendió el carácter inmutable de ciertas leyes de orden moral, entre éstas pruebas, el sueño del retorno a sus orígenes, denominada Teshuvá, despierta con un sentido de contrición, arrepentido en forma profunda y sincera, significa el acto de regresar a la Esencia teniendo presente que el principio es la alegría hecha vida. Concibe la idea de su misión: Fundir las Tribus movedizas en un Pueblo que representaría la Ley del Dios Supremo, el que llevaría a los siglos futuros la Verdad encerrada en el Arca de Oro de la Iniciación, tomó el nombre de Moisés que significa “El Salvado”, para la Obra que meditaba: crear un Pueblo para la religión eterna, cuya base fundó en su Libro de Principios: Sepher Bereshit, o Libro de Cosmogonía, redactado por Moisés en jeroglíficos egipcios, lenguaje sagrado y oculto con sentido trascendente.

Jetro lo Inicia en la Tradición Monoteísta de Aelohim, lo hizo subir al Monte Horeb, atravesar el valle de la muerte y su caos de rocas, superar las pruebas de humildad y de orgullo, donde tuvo lugar su primer encuentro con “Yo Soy el que Soy”, frente a una zarza ardiente, en donde recibe las instrucciones de descalzarse pues estaba pisando tierra santa y que su pueblo sufría bajo el yugo egipcio por lo que debía regresar a Egipto y liberarlos.

De regreso en Egipto, por medio de señales, revelaciones y proezas, se presenta ante su Pueblo como igual, señales que en el camino iniciático permiten reconocerse como Hermanos, comparte la instrucción Divina, y junto a su hermano Aarón, demandan al Faraón la libertad de los hebreos, ante su negativa, invocan sobre Egipto las revelaciones y prodigios de las diez plagas, como consecuencia los hebreos fueron liberados, y en la huida logran cruzar al otro lado del Mar Rojo por intervención divina. Moisés los conduce hacia el desierto, inicia aquí el tercer período de su vida, realizando innumerables milagros para tranquilizar la dureza de su travesía de 40 años en el desierto caminando con Dios. Recibe la Ley por Inspiración Divina, la entrega al pueblo de Israel y organiza sus instituciones, sabiendo la cercanía de su muerte pasó el mando a Josué colocando su mano sobre el Arca de la Alianza, del mismo modo que jura el iniciado sobre las Sagradas Escrituras.

Su vida como Iniciado es modelo de Rectificación y Progreso Espiritual. Desde el momento de la iniciación, se busca la Verdad a través del Conocimiento Trascendente que permita alcanzar el estado interior de libertad y elevación, siendo siempre vigilante y perseverante en la construcción del Templo Interior. Como ejemplo de Fe, rehusó las glorias del palacio del faraón para identificarse con el sufrimiento de su pueblo y confió en Dios para que obrase a través de él, se hizo instrumento de su Plan, es la invitación al despojo de los metales. La vida de este Iniciado debe invitar a actuar siempre con Humildad, el gran valor interno que el Eterno reconoció en él. A través de sus enseñanzas seamos conscientes del exceso de confianza, el auto engrandecimiento, teniendo siempre presente de Quién viene todo.

Moisés es el autor principal del Pentateuco, obra escrita que conforma los 5 primeros libros de la Biblia, una de las Tres Grandes Luces de la Masonería. Este código Divinamente inspirado, contiene conceptos, disposiciones, principios de gobierno y orden moral. Fundó una Nación Monoteísta, el Iniciado debe comprender su Obra como la manifestación de la transformación de la humanidad a través de sus acciones dirigidas por la Recta Intención, avivando la Luz interior para fortalecer el vínculo al Fiat Creador, activando y percibiendo el Sol de Medianoche, haciendo Luz en las propias tinieblas y conquistando la verdadera Libertad.


SIMBOLOGÍA DE LA GRANADA, autor desconocido.

La Granada está asociada a la historia humana desde tiempos  muy remotos. Junto al olivo, higuera, vid y palma datilera fue una de las primeras especies frutícolas en ser domesticadas con fines alimenticios, en torno al año 5.000 A. de C.

Su origen se sospecha que fue en la región que abarca, desde lo que hoy es  Irán hasta los Himalayas al norte de la India, región que hoy abarcan Turkmenistán, Afganistán y Pakistán. También conocida como “milgrano, magrana, minglana, balaustra, o manglano”, considerada por muchos como la fruta de la fertilidad. Actualmente, es la fruta favorita de Oriente Medio, después de los dátiles. Fue introducida en España, por los árabes que dejaron su huella en la insigne ciudad que lleva su nombre y, tal es su importancia, que el último reino árabe de Granada, tenía y sigue teniendo en el escudo de España, una granada como símbolo.

Se dice que la granada era el fruto prohibido del “Paraíso”, en contraposición a la manzana, y es considerada  la “fruta de la fertilidad”.

Por otra parte, los griegos consagraron sus semillas a la diosa del amor Afrodita, ya que consideraban que tenían propiedades afrodisíacas y  llegando a creer que Venus las regalaba a sus fieles más devotos. Los babilonios creían que masticar sus granos antes de las batallas los hacían invencibles, donde se encontraba presente en la entrada de los jardines colgantes de Babilonia. Hipócrates recomendaba el jugo de la granada contra la fiebre y como fortificante contra la enfermedad. Los romanos conocieron la granada gracias a los fenicios que la trajeron desde Fenicia (Líbano) a Roma, de ahí su nombre científico de Punica granatum.

SIMBOLISMO DE LA GRANADA EN DIFERENTES CULTURAS 

Antes de que sus propiedades medicinales fueran descritas,  la Granada era considerada sagrada por muchas de las principales religiones y culturas del mundo.

Grecia: Según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y de la belleza.

En el mito griego de la sustracción de Perséfone por Hades (señor del inframundo), la Granada representa la vida, la regeneración, y el matrimonio. Un día, mientras estaba recogiendo flores, Perséfone vió un narciso de exquisita belleza, cuando se agachó para recogerlo, la tierra se abrió y Hades la agarró arrastrándola hasta su reino. Al comer una Granada, Perséfone se ató a Hades, siendo la Granada el símbolo de la indisolubilidad del matrimonio. Inconsolable por la pérdida de su hija (Perséfone), la diosa del maíz Deméter, no quería entregar sus frutos a la tierra, a menos que pudiese ver a su hija. Zeus intervino y elaboró un compromiso: Perséfone debe vivir con Hades un tercio del año y los dos tercios restantes con Deméter. El regreso de Perséfone del inframundo cada año, está marcado por la llegada de la primavera.

Zoroastrismo: La granada probablemente se originó en Irán y Afganistán, y se utilizó mucho en los rituales y celebraciones nacionales zoroástricas. En la mitología persa Isfandiyar se come una Granada y se convierte en invencible. En “La Guerra del Pérsico” Herodoto menciona Granadas de oro, que adornan las lanzas de los guerreros persas.

Judaísmo: Se dice que el número de semillas en la Granada son  613 una para cada uno de los 613 mandamientos de la Biblia. La Granada fue venerada por la belleza del árbol, flores, y simboliza la santidad de frutas, la fertilidad y abundancia. El Cantar de los Cantares compara las mejillas de una novia detrás de su velo a las dos mitades de una Granada. Representaciones de la fruta aparecen desde hace mucho tiempo en la arquitectura y el diseño. Por ejemplo en los pilares del templo del rey Salomón, los trajes y las galas de los reyes y sacerdotes judíos. La granada tiene un cáliz con forma de corona, en la tradición judía fue el diseño original en el que se inspiró para hacer las coronas.

Budismo: Junto con los cítricos y el durazno, la Granada es uno de los tres frutos benditos. En el arte budista de la fruta representa la esencia de las influencias favorables. En la leyenda budista del demonio Hariti, que devoraba a los niños, fue curado de su mal hábito por Buda, quien le dio una granada de comer. En el arte budista, se la representa con un niño.

En Japón se le conoce como Kishimojin y es invocada por las mujeres infértiles.

En China, la Granada se encuentra ampliamente representada en el arte cerámico, que simbolizando la fertilidad, la abundancia, la posteridad  y un  muy buen futuro.

Una foto de una Granada madura abierta,  es un  regalo de bodas muy popular, en diferentes culturas y tradiciones.

Cristianismo: En la  Biblia se hace referencia en numerosas ocasiones hacia las bondades de este fruto y es símbolo de la resurrección y la vida eterna en el arte cristiano. La Granada se encuentra a menudo en las estatuas y pinturas de devoción de la Virgen y el Niño Jesús. En las representaciones medievales la Granada es un símbolo de fertilidad y se asocia con el final de la caza del unicornio. El unicornio capturado es desangrado por las heridas infligidas por los cazadores. Las “heridas” son en realidad semillas de granada que gotean su sangre roja en su cuerpo blanco leche. Salvajes e incontrolables los unicornios sólo se pueden ser dominados por las vírgenes, la domesticación del unicornio, se llevó a cabo en un recinto cerrado, con jardines y encadenado a un árbol de Granada, el cual simbolizaba la encarnación inminente de Cristo.

Islam: En los escritos del Corán se mencionan las granadas, tres veces (6:99, 6:141, 55:068) – dos veces como ejemplo de las buenas cosas que Dios ha creado y otra como uno de los frutos que se encontraba en el Jardín del Paraíso. El paraíso celestial del Corán, describe cuatro jardines con sombra, fuentes, y las frutas-como la Granada.  La leyenda sostiene que cada granada contiene una semilla que bajó del paraíso. Las Granadas han tenido un papel especial como un símbolo de fertilidad en las bodas entre los beduinos del Medio Oriente. Se toma la mejor Granada y es abierta por el novio, la novia entra luego a su casa y cuánto más semillas la pareja come, más hijos tendrán.

Inglaterra: En Romeo y Julieta, de Shakespeare, fue bajo su follaje que se ocultó Romeo para cantarle la serenata a Julieta.


ANTIGUA PLEGARIA, Autor Desconocido.

“Que tus despertares te despierten. Y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme. Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruza en tu camino .
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque solo sea pan y agua.

Y de encontrar algún momento en el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo alto y agradecer por el milagro de la salud, ese misterio y fantástico equilibrio interno. Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus abrazos, abracen. Y que tus besos, besen .
Y que los atardeceres no dejen de sorprenderte , y que nunca dejes de maravillarte.
Y que llegues cansada/o y satisfecho/a al anochecer por la tarea realizada durante el día. Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con la vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio. Y que no te creas más que nadie porque solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante que cada segundo de la vida es un regalo, un obsequio y que si fuéramos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello.
Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos abraza y nos bendice “ 

SOBRE EL SIMBOLISMO DEL SOLSTICIO DE INVIERNO por ACPDS

La Tradición en sus Doctrinas, aplicadas en sus Formas Tradicionales, tiene una concepción de la Existencia Humana particular y única.  El abordaje y el estudio de la vida, la muerte, la perpetuidad de la existencia que trasciende a través del Alma que anima la materia, es propia de ella. Como Iniciados debemos tener claro que la vida es perenne en el Espíritu, que nuestro Origen es Divino y que esa parte de nosotros regresará a la Fuente Eterna.

En las enseñanzas iniciáticas  está reflejado y plasmado permanentemente, la relatividad en la concepción espiritual de lo que es la vida, y como trasciende a través de lo que reconocemos como nuestra cadena Iniciática en nuestros Maestros Pasados antecesores en el trabajo simbólico y trasmisores de las enseñanzas. Ahora nosotros, a través de nuestras enseñanzas y en nuestra integridad como Iniciados, debemos ser los garantes de que esa guía y sostén se mantengan “In Eternum”.

La celebración de nuestros solsticios, tanto el que se marca en la constelación de Capricornio, como en la constelación de Cáncer, marcan puntos diferentes de Luz y captación de la misma, en distintas perspectivas. El sólo hecho de que siempre hay luz, nos muestra que siempre hay vida, por ende, nada muere; solo son cambios aparentes en la captación de la materia, cuyo continuo movimiento transformador y gradual la conduce de densa a sutil.

El que nos ocupa hoy de este lado del mundo, es el Solsticio de Invierno, por nuestra ubicación del Norte, referido también como el momento en que la Puerta de los Dioses se abre, para avivar el fuego íntimo que cada ser humano en su grado y cualidad viene gestando en su fuero interior, a través de su deseo de espiritualidad. Espacios simbólicos que resuenan análogamente, con nuestra esencia.

Estas cortas líneas escritas en este solsticio, son justas y perfectas en relación al trabajo de vigilar aquello que influye en nuestros pensamientos, conectados directamente con la puerta del templo interior en el que debemos trabajar arduamente para enriquecer y madurar los niveles de Consciencia y así sean cada vez más elevados, pero esto sólo será posible, si nuestro vigilante resguarda «la entrada» de posibles elementos que buscan atentar contra el Deseo de realización espiritual. Los Seres somos energía, somos átomos y moléculas, que más compactas, dan como resultado nuestra condición de materia, nuestro cuerpo físico, que cuando se separan, se dispersan y se desagregan, pasan a ser energías sutiles y a lo que nosotros le llamamos “la muerte”, y en ese proceso como humanidad pertenecemos a los anillos de los misterios del universo. No hay nada en el cosmos que no posea vida y por ende luz propia.

Es bajo el simbolismo del Solsticio de Invierno que se nos puede presentar a los iniciados, y entender la posibilidad de acceder y conocer los diferentes estados interiores, en el tiempo y en el espacio por el recogimiento al que naturalmente invita, y así darnos el anhelo y las fuerzas de realizar el retorno a la Unidad. Entre el mundo simbólico que nos presenta la iniciación, es genuino el aumento gradual de la luz, a través de la transformación por un método de introspección, en la cadena viva de sus miembros como eslabones, cada uno ocupa su lugar para alcanzar la trasmisión y realización que como fuente vierte una orden espiritual para todo aquel que esté sediento de Conocimiento. Simbólicamente, el frio del solsticio de invierno opuesto al calor del solsticio de verano sugiere a toda la humanidad el centro único e inmaterial equilibrio de toda oposición, que sí estamos atentos, y haciendo el trabajo que corresponde, se puede percibir reflejado en el corazón de cada uno.

Para finalizar deseamos que la energía del Solsticio de Invierno sea generosa y amorosa para todos, pero sobre todo permita frutos abundantes de Conocimiento Espiritual, y que se haga eco en cada uno de que: Nadie muere, todo está vivo y cada uno en su lugar…

 


EL JUICIO por L. Medina

«Nada nos engaña tanto como nuestro propio juicio.”
LEONARDO DA VINCI

Aristóteles definía El Juicio como: pensamiento compuesto de más de una idea, pero dotado, a la vez, de una unidad especial que se logra por medio de cópula”

En su definición en el diccionario de la RAE se define como:

  • Facultad del alma, por la que el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso.
  • Estado de sana razón opuesto a locura o delirio.
  • Opinión, parecer o dictamen.
  • Seso, asiento y cordura.
  • Conocimiento de una causa en la cual el juez ha de pronunciar la sentencia.
  • Operación del entendimiento, que consiste en comparar dos ideas para conocer y determinar sus relaciones.
  • El que Dios hace del alma en el instante en que se separa del cuerpo.

 

Lo primero en lo que pude pensar cuando leí la palabra Juicio, fue todas las veces que en mi adolescencia, mi madre me recordaba que «tuviera mucho juicio» al salir a la calle…

Puedo asociar ese juicio al que se refería, con mi capacidad en cada circunstancia de distinguir entre lo bueno y lo malo que podía hacer, siempre pensando en actuar de manera correcta.

Para mí, también un juicio es una participación verbal referida a un acontecimiento o a una persona, el cual debe ser razonado antes de emitirlo de manera errónea o equivocada, para que no se produzca un perjuicio luego de ser emitido.

También lo veo como la acción de enjuiciar a alguien. Realizar un juicio. 

Por todo lo anterior, se debe temer emitir juicios, ya que podemos no estar preparados para decir algo, de lo que quizás, no tenemos el más mínimo conocimiento. Pasamos mucho tiempo de la vida observando hacia el exterior. Asimilando en el interior, para luego, poder hablar, previamente razonando cada palabra que se va a decir, y aún así, lo más seguro es que no estaremos preparados para enjuiciar a alguien o algo, ya que todavía puede existir un nivel de desconocimiento, y es por ello que debemos seguir aprendiendo de las vivencias, asimilando dentro de nosotros mismos, para cuando se nos presente la oportunidad y nos otorguen esa responsabilidad, dar una «palabra justa» o lo más cercano a ella que se pueda.

Entonces; veo el juicio como la emisión de un mensaje que coloca en evidencia un acto o una persona, y se obtiene algún resultado de ello. Creo que cada una de las palabras que salen de nuestra boca, deben ser pensadas con sano juicio, y que represente lo que en realidad queremos decir, pero sobre todo, que sea para un bien, que mi Alma tenga la capacidad de decidir entre muchos, qué juicios debo emitir y con qué finalidad, entendiendo que lo correcto y lo justo a los ojos de DIOS sea el fin último, su Voluntad, aunque no seamos conscientes de lo que Él quiere para cada uno. Que en el camino que recorremos nuestra conexión del Alma con Él sea para la elevación del espíritu, y se haga presente a la hora de enjuiciar a algo o  a alguien.

 

 


LOS INICIADOS: Jesús, Moisés, Pitágoras, Sócrates, Mahoma, entre muchos… por A. Bonilla

Los benefactores de la humanidad, son los maestros iniciados, los antecesores, los sabios, cultores de las artes, las ciencias, los inventores y legisladores. Representan los aspectos que conforman la construcción de la humanidad como civilización. Los garantes de la armonía, restauración y recto proceder de la vida en sociedad y de la humanidad.

          Sus vidas, en principio, sirven de modelo como testimonio de la construcción del puente necesario entre la vida espiritual y la vida mundana. A través del empleo de las herramientas necesarias, los conocimientos y ciencias útiles, sagradas. De Leyes de vida. Cada uno tuvo la tarea de llevar afuera lo aprendido adentro. Crearon hermandades, escuelas, doctrinas, modelos de pensamientos y a partir de algunos de ellos se crearon religiones.

Aunque conocemos de ellos, en primera instancia, por su expresión exterior son reconocidos como grandes maestros espirituales, tradicionales e iniciáticos. Desde el Conocimiento Iniciático representan eslabones de una cadena de transmisión y misterios trascendentes.  Y es que sin cadena no hay transmisión, esta afirmación se encuentran en todas las doctrinas esotéricas conocidas como: Cadena de Trasmisión, Shelsheleth para los hebreos, Silsilah para el Islam, Paramparâ en la india que etimológicamente significa uno después del otro, Seirâ bíblico, cadena de unión, hilo dorado o cadena de oro desde el Tao, cadena aurea, entre otros. Significa la transmisión de un conocimiento primordial de carácter sagrado, refiere a una sucesión ininterrumpida de maestros iniciados a adeptos o discípulos, que tiene un origen supremo, es decir: no humano, que trasciende la dimensión puramente humana, y es por eso que se habla de una Tradición Primordial.

Son cinco los iniciados que presenta la Masonería. Todos los iniciados representan la rectitud en la acción, los pensamientos, la franqueza de las palabras y la nobleza de los actos, justamente los propósitos que se buscan alcanzar para aquellos que se dedican a seguir la vía de la iniciación.

Cada Iniciado, generalmente, representa expresiones y trabajo sobre el mundo material, que emanan fruto de su trabajo espiritual.

Simbólicamente, Jesús, refiere a los sabios haciendo alusión a los que traen el fuego divino, símbolo del espíritu. Moisés, a los cultores de las artes, sacerdotes de lo bello, símbolo de las emociones. Pitágoras, a los científicos, los reyes de la mente; símbolo del intelecto; Sócrates, a los inventores maestros de la destreza, símbolo de la evolución física, y, Mahoma a los legisladores, símbolo del orden expresado en poder. Todos, valores culturales y espirituales para guiar a la humanidad.

Plotino hablaba de seguir “la huella de lo inteligible a través del estudio de la ciencia”, ciencia entendida como la Ciencia del Alma, y está va siempre ligada al ejercicio de un oficio como expresión.  “Es en efecto por el esoterismo que se unifican las doctrinas tradicionales”[1]. Por ejemplo, Moisés el más antiguo en un contexto histórico conocido como Moisés Moshe Rabbenu “Moisés nuestro maestro” es un profeta compartido y reconocido por el judaísmo, cristianismo, el Islam, brahaismo, entre otras. Perteneció a la tribu de Levi, una de las doce tribus, y fue descendiente de Jacob. Cada una de las 12 tribus están relacionadas simbólicamente con los signos zodiacales y sus propiedades astrológicas, la tribu de Levi y Simón que eran gemelos corresponden al signo de géminis. Géminis, los gemelos, simbólicamente refieren al parentesco del hombre con lo divino, cada hermano muestra los dos componentes humano y divino y refiere a una vía en donde el ser humano puede buscar y reconocer lo divino en sí mismo. De Moisés devienen la tabla de la ley, los diez mandamientos. Las Leyes para entender la jerarquía y el buen proceder.

Entendiendo que en la condición humana nos movemos entre el espacio y el tiempo, dimensiones que conforman la manifestación de está humanidad y aunque la realización espiritual es una vivencia esencialmente interior que no necesita de manifestación exterior, es necesario la aplicación de los conocimientos para el desarrollo de todas las posibilidades humanas, en una expansión horizontal en medio de dos polaridades para lograr equilibrarlas y elevarnos hacía la Luz.

Se dice que para la regeneración de la humanidad, es necesario:

  • Repetir a la letra la enseñanza de los Maestros Pasados.
  • La captación intuitiva.
  • Y la Meditación y profundización de las mismas.

Referente a la Masonería, se dice que es el Arca Tradicional de los Símbolos, y el alma del ser humano está protegida por esos valores y principios universales velados en su Lenguaje Simbólico.

Referencia: [1] René Guénon.

 

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